Musical Innovators se pone en contacto con Makoto Iwasa para iniciar una colaboración en la que ACOUHYB llegará a Japón y China.
Enschu Musical Instruments Production es una nueva empresa de fabricación y comercio de pianos nacida en el oeste de Shizuoka, el centro de producción de instrumentos musicales en Japón. Trabaja con técnicas avanzadas y precisas de fabricación de pianos y comercio para brindar servicios de importación y exportación que apoyen a los amantes del piano de todo el mundo.
Hablé con Makoto Iwasa, el dueño de la marca y un vendedor experimentado. (¡Es la primera vez que lo entrevistan!) Tiene contactos en Japón y América y puede hablar chino, japonés e inglés. Él y Sergey se conocieron hace 8 años en la feria de instrumentos musicales de Frankfurt am Main, y hablaron sobre la posibilidad de traer a España pianos de Japón desde la fábrica donde Makoto trabajaba entonces como gerente. Unos años más tarde, Sergey se puso en contacto con Makoto para ofrecerle la colaboración actual.
A raíz de esta cooperación, la fábrica Enschu producirá pianos ACOUHYB-4, con 4 cuerdas por nota –la segunda patente registrada en ACOUHYB–. De esa forma, Musical Innovators promoverá el producto de Enschu a la vez que Enschu producirá la nueva patente ACOUHYB y ayudará con donaciones para apoyar la organización de conciertos y eventos. Además, ambas empresas podrán llevar sus proyectos a otros países.
Makoto explica la situación en Japón y: “Hay mucha gente viviendo en Japón, y por eso es bueno extender el ACOUHYB hacia allí. Tal vez la idea de cambiar la afinación del piano no sea 100% nueva, pero su producto en particular es nuevo. Incluso si no es fácil vender pianos en Japón, porque la gente compra cada vez menos, vale la pena intentarlo. A cambio, Musical Innovators ayudará a Makoto a conseguir contactos en Europa, EE. UU. y otros países.
Aunque trabajan juntos, Makoto aún no ha podido escuchar un piano ACOUHYB en vivo: “Lo escuché en una grabación. Simplemente me gustó más que otros pianos. Tengo un amigo que toca el piano y me dijo que sonaba maravilloso. Sin embargo, me gustaría ir a Europa para escucharlo en vivo, cuando tenga menos trabajo aquí”.
Entonces, Makoto me explicó su carrera: “Había estado antes en una fábrica de pianos. Primero tuve que hacer un trabajo de documentación, pero me ofrecieron hacer las ventas cuando vieron que podía hablar chino e inglés. En ese momento vendía pianos 100% fabricados en China. Debido a eso, tuve muchos problemas, ya que los clientes querían una empresa japonesa, con productos realmente japoneses, en la que pudieran confiar. Por eso hice mi propia empresa. Al tener mi propia fábrica, con productos fabricados en Japón, puedo controlar la calidad yo mismo”.
¿Y por qué hacer productos específicamente musicales?, le pregunto. “Cuando estás cansado o deprimido y escuchas música, aquí hay algo que te libera, y por eso elegí la música –responde–. Ayudar a la gente. Estuve en Camboya y otros lugares antes de estar en la fábrica de pianos, y quiero darles a los niños pobres que vi allí la oportunidad de tocar un piano, de entrar en contacto con la música. Por ejemplo, uno de mis principales objetivos es África. Allí hago una oferta: si compran treinta pianos, dono uno para poner en una escuela o en cualquier lugar donde lo puedan tocar los niños que no pueden permitirse uno. ¡Hay niños que ni siquiera se han acercado a un piano! Así que mi proyecto no es solo ganar dinero, sino darles a todos la oportunidad de escuchar o tocar música. Eso les puede ayudar mucho. La música libera, cura a la gente”.