8 de mayo 2021. El Duo DeLis interpreta a R. Schumann, N. Boulanger, A. Piazzola y D. Llorens y Guillaumes en la Escuela "Sifasol" de Barcelona. Hacen dialogar Pedal Crazy (un piano afinado de tal manera que si se pisa el pedal de la izquierda cambia la afinación) con un violonchelo en la bella estrena de la obra Reflexiones, de David Llorens i Guillaumes, compuesta expresamente para este timbre.
Irina fue la primera en conocer a Sergey. Él le explicó el proyecto de Crazy Piano y a ella le interesó. Ya hace un año y medio que empezaron a planear el concierto, que debía hacerse antes de la pandemia. Se fue posponiendo. Aun en el último momento tuvo que volverse a posponer un mes...
El Duo DeLis está formado por la violonchelista Irma Bau y la pianista Irina Veselova. Se conocieron en 2017, en unas masterclasses que hacía Peter Brus en Barcelona. Irina hacía de pianista acompañante, e Irma se presentó allí tocando la Sonata de Cesar Frank. Terminadas las masterclasses, Irina llamó a Irma, y le explicó que siempre había querido tocar la Sonata de Frank, pero nunca había encontrado la ocasión. Le dijo de ensayarla, de hacer algún concierto... Quedaron y se entendieron enseguida. Pronto surgió un primer concierto como Dúo. Ganaron el segundo premio en el Concurso Internacional de Les Corts de Barcelona, y el primero en los concursos Josep Mirabent y el de Magrans de Sitges. Esto las empujó a más conciertos, actividades... Se entienden muy bien y han acabado siendo buenas amigas. Después de cuatro años, aún continúan las ganas de hacer proyectos.
El concierto con ACOUHYB fue todo un reto para ellas. David Llorens i Guillaumes (a quien dedicaremos un artículo más adelante) les había ido enviando la pieza a partes, a medida que la iba componiendo. Ya antes del confinamiento, se encontraron para aclarar dudas sobre la obra. "Por mi parte, ha sido un trabajo muy fácil y muy bonito", me dice él, cuando le pregunto.
Hablamos sobre el proceso de composición de Reflexiones. Es la segunda pieza que compone expresamente para el timbre del Crazy Piano. En la primera, Homenajes enigma (aquella no era para piano híbrido sino para un piano únicamente "Crazy") había probado cómo quedarían diferentes compositores con el nuevo sonido. A Reflexiones ya quería hacer algo más personal, y probar las armonías que quedarían bien, ahora sí, con un piano híbrido. El subtítulo, sin embargo, sigue siendo Enigmas 2. Para componerla, Sergey le dio libertad absoluta, y lo puso en contacto con Irina: "Si se pasa de minutaje, ya haremos más conciertos".
Reflexiones consta de cuatro movimientos totalmente unidos. El primero es la introducción del piano híbrido, y es donde aparecen todos los temas que se desarrollarán los otros movimientos. "No concebía la parte tan larga pero no encontraba la manera de hacer entrar el violonchelo. Al final lo hice a lo bestia"; así se inicia el segundo movimiento. "El timbre Crazy va bien con melodías lentas, armonías abiertas... Pero yo también quería algo más cañero". Vamos, pues, hacia el tercer movimiento, llamado "Disputa", en el que el piano acaba marchándose de golpe, tal como había entrado el violonchelo. El "Epílogo" compensa el violonchelo por su silencio en el primer movimiento; si inicialmente el piano había brillado, aquí se explotan todos recursos de pizzicato, sul ponte, col legno, armónicos... que el violonchelo permite.
Tuvieron que encontrarse con Irma para probar si las partes difíciles del violonchelo funcionaban. Con el Crazy Pedal, sin embargo, no pudieron ensayar hasta el día antes del concierto. David Llorens y Guillaumes no había escrito en la obra dónde quería el timbre crazy, "no lo tengo en casa y no lo podía probar; además, esto forma parte del color que quiera darle el intérprete” -dice-, “me ponía en el papel de los compositores antiguos que componían para órgano o clave, y dejaban que el artista decidiera registro."
Si bien lo habían hablado antes del confinamiento, no pudieron acabar de cuadrar hasta que no tuvieron el piano acústico híbrido delante. "Para mí era un poco estresante -explica Irina- el concepto del nuevo piano, entender cómo funcionaba ... ¡En tan poco tiempo!".
La sonoridad y la potencia de un piano acústico híbrido son muy diferentes. Además, este timbre aún no se ha utilizado mucho con otros instrumentos. Al violonchelo le cuesta encontrar la afinación. A Irma se le hace extraño: "El problema de afinar con el Crazy Piano es que no suena sólo una nota; cada nota tiene varios centros de afinación. Es complicado encontrar la nota que encaje”.
Por falta de tiempo, el Dúo DeLis no se arriesgó a tocar piezas de otros compositores, no pensadas para este timbre. Les pregunto si podrían asociar una palabra con el sonido del timbre: "Es como si fueran recuerdos del pasado... melancolía, nostalgia...".
Al final están contentas con el resultado. Están de acuerdo en que "fue una gran experiencia estrenar una obra así, y con un piano tan exclusivo e innovador." David también alaba el resultado: "Cuando un compositor oye una obra suya interpretada por primera vez, lo normal es que no quede satisfecho del todo. Esto lo hablamos los compositores entre nosotros, pero nadie se atreve a decirlo en público-. Hace una pausa-. Bueno, yo sí. Tú tienes tu idea, un tempo, una expresividad... en la cabeza, pero claro, los intérpretes le dan la suya, que no es la tuya. Y no sales nunca del todo contento de un estreno. Este caso ha sido distinto."
Quizás porque, al estrenar la obra después de tanto tiempo, "ya no la recordaba mucho; enmedio había escrito otras obras. Es lo que ocurre a menudo cuando escuchas la grabación de la pieza que en su momento no te había satisfecho, y te gusta.”
"Aparte de eso, los ensayos fueron muy bien. Normalmente en el estreno... hay nervios. Pero estaba muy relajado en el sentido que tenía mucha confianza en las intérpretes. Lo tenían que bordar. Sabía el resultado que daría -se queda pensativo-; bien, sí, tenía nervios. Estaba un poco insoportable, eso lo sabe mi familia. Pero confiaba mucho en las intérpretes, y estoy muy satisfecho de cómo fue todo. "
El Duo DeLis quiere dar a conocer el Timbre Crazy y probarlo con más piezas, cuando tengan más tiempo para ensayar. Se les ha ocurrido que quedarían bien las piezas de Nadia Boulanger. O Tchaikovsky, dice Irina, si tuviera que tocar piano solo. En todo caso, "tenemos más ganas de seguir probando. ¡A ver si tenemos más ocasiones para disfrutarlo! Vale la pena." Vale la pena.